Figuras Literarias : La ironía y el sarcasmo
Diferencias entre ironía y sarcasmo
Ocurrió hace algunos meses, cuando en un ejercicio de composición se me pidió, entre otros requisitos, que usara la ironía.
Yo siempre pensé que eso de la ironía se me daba bastante bien (si has leído alguna de mis historias de Kerry Foster, sabrás a qué me refiero), así que cuando entregué el texto estaba segura de que había hecho un buen trabajo y de que la persona que lo iba a leer reconocería mi mérito.
Sin embargo, cuando me lo devolvió, se produjo una conversación parecida a esta:
Y entonces, mi cerebro cortocircuitó.
¿Sería posible que yo, una escritora que además hacía uso de manera habitual de esos recursos, no supiera en realidad lo que significaban?
Por el momento me limité a agachar la cabeza y a rumiar palabras de rencor. Pero esa persona tenía razón. Quizás yo podía intuir lo que era la ironía y lo que era el sarcasmo, pero si me hubieran preguntado, no hubiera sabido explicar con precisión dónde estaba la diferencia.
Así que al final me planteé escribir un post que me llevara a clarificar estos conceptos a la vez que ayudaba a algún otro posible escritor con ideas equivocadas.
La RAE responde
Antes de nada, veamos qué dice la Real Academia Española al respecto:
- Ironía: «Figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice.»
- Sarcasmo: «Burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a alguien o algo.»
La similitud entre ambos conceptos se debe a que el sarcasmo es un tipo de ironía, por lo que en ambas figuras se da a entender algo diferente a lo que en realidad se está diciendo. Sin embargo, hay una diferencia en cuanto a la finalidad: el sarcasmo se usa con la intención de herir los sentimientos de alguien.
Tipos de ironía y sarcasmo
1. Ironía verbal
Las explicaciones anteriores pueden aplicarse sobre la ironía de tipo verbal, porque la figura retórica adquiere sentido en los diálogos con otras personas.
A lo mejor conoces a alguien muy dado a usar este tipo de ironía, y aunque sus comentarios no te resulten demasiado graciosos, no tienen por qué ser ofensivos. Sin embargo, si esa persona usara con la misma asiduidad el sarcasmo, probablemente iría dejando una estela de odio a su paso.
Aunque la ironía verbal es quizás el tipo de ironía con el que más nos cruzamos en el día a día, este recurso también se manifiesta en otras formas en literatura:
2. Ironía dramática
Así por ejemplo, cuando surge de los eventos narrados y al margen de los personajes (de manera que solo los lectores podemos percibirla), es ironía dramática. Por ejemplo, si un joven se enamora de una mujer que pertenece a una familia enemistada con la suya, pero él no es consciente de ello, estaríamos ante un caso de ironía dramática. Y por cierto, Shakespeare era muy dado a usar esta figura literaria en sus obras.
3. Ironía situacional
Por otra parte, la ironía situacional sucede cuando el resultado de cierta situación es opuesta al esperado. Por ejemplo, si una estación de bomberos se quema, estamos ante un caso de ironía situacional.
Sin embargo, no hay que confundir este tipo de ironía con la casualidad o mala suerte. En comparación al ejemplo anterior, si mi casa se quemara, no sería un hecho irónico, sino tan solo una desgracia. Sin embargo, si después de haber puesto este ejemplo en este post, mi casa de verdad se quemara, ahí sí que tendríamos un buen caso de ironía situacional, porque sucedió lo contrario a lo que yo esperaba (del mismo modo que no se espera que una estación de bomberos se queme).
4. Tipos de sarcasmo
Por último, el sarcasmo, que como hemos visto queda bajo el paraguas de la ironía, también puede tomar diferentes rasgos según el tono empleado, como por ejemplo el que se basa en la exageración, o el que se disfraza detrás de la cortesía. Y bien pensado… ¿no pertenecería la mordaz retórica de Sherlock Holmes a esta subcategoría?
Por qué usar la ironía
El valor que suelen añadir estos recursos al sentido de un texto es que hacen que el lector se pare a pensar sobre la distancia entre lo dicho y lo que se quería decir. Además, la ironía suele presentar enunciados inesperados, por lo que mantiene el interés y la variedad en la narración.
Por otra parte, la ironía y el sarcasmo en ocasiones se usan para caracterizar a los personajes mediante lo que dicen. Si un personaje hace un comentario irónico, lo suele hacer sin intención de ofender, e indica que se toma las cosas con humor o que es ingenioso.
Sin embargo, si un personaje está usando el sarcasmo, también está reflexionando y señalando las contradicciones del mundo, pero lo hace excluyéndose, desde una distancia segura que lo aparta del objeto de su mofa. Una vez más, no puedo evitar pensar en Sherlock Holmes.
Ejemplos en literatura
Son muchos los autores que han usado la ironía de forma notable en sus escritos, como por ejemplo Shakespeare, Oscar Wilde o Jane Austen. Pero como no hay mejor manera de aprender a usar recursos narrativos que leyendo, os dejo aquí algunos ejemplos de citas de autores en los que podrás identificar el uso de ambos.
- Ejemplos de ironía:
«Está prohibido matar; por lo tanto todos los asesinos son castigados a menos que maten en grandes cantidades y al sonido de las trompetas.» – Voltaire
«El silencio es el único amigo que no traiciona.» – Confucio
«Gracias por enviarme una copia de tu libro. Emplearé nada de tiempo en leerlo.» – Moses Hadas
- Ejemplos de sarcasmo:
«¿Por qué habré nacido con estos contemporáneos?» – Oscar Wilde
«Un tonto pobre siempre será un tonto. Un tonto rico será siempre un rico.» – Paul Lafitte
«No fui al funeral, pero envié una carta diciendo que lo aprobaba.» – Mark Twain
«Me siento tan miserable sin ti, que es casi como si te tuviera aquí» – Stephen Bishop
Comentarios
Publicar un comentario